En el corazón de Douai, Francia, el Hôtel de Warenghien de Flory se erige como un testimonio de la elegancia y destreza arquitectónica del final del Antiguo Régimen y del siglo XIX. Este edificio histórico, con su rico pasado y diseño notable, invita a los visitantes a retroceder en el tiempo y explorar una parte del patrimonio francés que ha sido testigo de siglos de cambios y continuidad.
La historia de este distinguido edificio comienza el 27 de julio de 1754, cuando Georges Durand, arquitecto y emprendedor, adquirió el terreno en la Rue de la Porte Morel. Durand, conocido por su trabajo en fortificaciones y su papel como capitán de las esclusas y del Fort de Scarpe, imaginó una gran residencia que reflejara el creciente gusto francés de la época. La propiedad fue comprada al director de forraje de la ciudad de Douai, una transacción que preparó el escenario para su transformación en un hito notable.
Inicialmente, el hôtel estaba destinado a servir como refugio para Bathilde de Saint Aldégonde, la abadesa de la Real Abadía de Flines. La abadía buscaba reemplazar su anterior refugio menos conveniente en Douai por un lugar más adecuado. Sin embargo, a pesar de vender varias parcelas de tierra para financiar esta adquisición, los planes de la abadía nunca se materializaron, y el edificio fue posteriormente alquilado a un magistrado del Parlamento de Douai.
El Hôtel de Warenghien de Flory es un ejemplo impresionante del estilo arquitectónico que floreció en Douai después de convertirse en la sede del Parlamento de Flandes en 1713. La fachada que da a la calle está marcada por una base de gres, con dos pisos de altas ventanas enmarcadas por arcadas y jambas de piedra caliza. Los pilares de ladrillo, cubiertos con cal, añaden un toque de elegancia francesa a la estructura, que se alinea con la calle, en una desviación de los diseños tradicionales flamencos.
En contraste con su austera presencia en la calle, la fachada del jardín del hôtel es más ornamentada, con influencias italianas que sugieren que podría haber sido una adición posterior. Esta yuxtaposición de estilos refleja los gustos cambiantes y los intercambios culturales de la época, ofreciendo a los visitantes un vistazo al dinámico paisaje arquitectónico de Douai en el siglo XVIII.
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En 1791, el edificio se convirtió en un bien nacional y fue adquirido por Louis Joseph de Warenghien de Flory, un antiguo Consejero en el Parlamento de Flandes y más tarde Fiscal General del departamento del Nord. Su mandato estuvo marcado por la agitación política, incluyendo el Reinado del Terror, pero logró navegar por estos tiempos turbulentos, regresando eventualmente a Douai para continuar su carrera legal bajo el Imperio.
El hôtel también sirvió como residencia de su yerno, el Teniente General Barón Louis-Joseph Lahure. Lahure, un gobernador militar, dejó el hôtel en 1815 bajo circunstancias dramáticas, protegido por un contingente de cosacos y oficiales ingleses mientras huía a Bruselas tras una orden de arresto emitida por las nuevas autoridades francesas.
A lo largo del siglo XX, el Hôtel de Warenghien de Flory enfrentó numerosos desafíos, incluyendo la requisa por las fuerzas alemanas durante ambas Guerras Mundiales. Durante la Primera Guerra Mundial, albergó a pilotos alemanes, incluido el infame Barón Rojo, Manfred von Richthofen. El edificio sufrió daños significativos durante un bombardeo estadounidense en 1944, dirigido a la estación de tren cercana, que destruyó los edificios anexos.
A pesar de estas pruebas, el hôtel fue meticulosamente restaurado bajo la dirección de Gérard, Barón de Warenghien, en colaboración con el arquitecto jefe de monumentos históricos. Esta cuidadosa reconstrucción aseguró que la integridad histórica del edificio se preservara para las generaciones futuras.
Hoy en día, el Hôtel de Warenghien de Flory permanece en manos de la familia Warenghien, un testimonio de su conexión perdurable con Douai. La actual propietaria, Florence de Warenghien, continúa manteniendo el legado familiar, asegurando que el hôtel siga siendo una parte vibrante del tejido cultural de la comunidad.
Los visitantes de Douai pueden explorar la rica historia y belleza arquitectónica del Hôtel de Warenghien de Flory, un edificio que no solo cuenta la historia de una familia, sino que también encapsula la narrativa más amplia de la historia y el patrimonio francés. Este notable hôtel te invita a descubrir su pasado y apreciar la elegancia atemporal que lo ha convertido en un monumento querido en el corazón de Douai.
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