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10 datos sobre Estrasburgo que te dejarán boquiabierto

Descubrid Estrasburgo: 10 secretos fascinantes que os sorprenderán sobre la Capital de Europa

¿Listos para un viaje que os va a volar la cabeza? ¡Aventureros, ajustaos los cinturones porque lo que estáis a punto de descubrir sobre Estrasburgo va mucho más allá de las postales típicas! Esta ciudad tiene fama de ser la “Capital de Europa”, pero lo que pocos saben es que esconde historias, récords y curiosidades que harían que hasta el más escéptico se quede con la boca abierta. Imaginad una urbe donde los canales compiten en belleza con Venecia, donde las hazañas históricas conviven con la ciencia y el arte, y donde cada rincón parece contar un secreto.

Vamos a sumergirnos juntos en los datos sobre Estrasburgo que os dejarán boquiabiertos: desde la catedral que desafió a los cielos durante siglos, pasando por puentes medievales con ingeniería de película, inventos que cambiaron el mundo, hasta mercados navideños con récord Guinness. Por cierto, ¿sabíais que aquí se celebró una de las epidemias más extrañas de la historia o que un barrio entero parece sacado de un cuento de hadas? Y esto es solo el principio. ¡No os vayáis, porque lo que viene ahora es de otro planeta!

1. La catedral más alta del mundo durante siglos

¿Sabíais que la Catedral de Notre-Dame de Estrasburgo fue, durante más de 200 años, el edificio más alto del mundo? Así es, desde su finalización en 1439 hasta 1874 nadie la superó en altura. Su torre alcanza los 142 metros y fue toda una proeza arquitectónica en su época. Incluso hoy, cuando la ves desde cualquier punto de la ciudad, te quedas sin palabras. Muchos creían que era imposible construir tan alto sin que todo se viniera abajo. ¿El resultado? Un espectáculo gótico, con un reloj astronómico que cada día sigue asombrando a visitantes y locales. Si subís sus más de 300 escalones, la vista os dejará sin aliento. ¿El mejor dato? Fue “el faro de Europa” para viajeros durante siglos, guiando caminos mucho antes del GPS.

2. El barrio de Petite France: una postal viva y única

Olvidaos de Venecia por un momento: el barrio de La Petite France en Estrasburgo es de esos lugares que parecen imposibles de encontrar fuera de un cuento. Sus casas de colores pastel, con entramados de madera y tejados puntiagudos, bordean canales por donde antes navegaban molineros, curtidores y panaderos. ¿Y el dato que nos flipa? Este barrio fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO y aún conserva un puente giratorio del siglo XVI, que se mueve solo para dejar pasar barcos. ¡Sí, el tráfico peatonal se detiene y todos se quedan mirando como si fuera magia! Además, los antiguos gremios artesanos tenían aquí su propio “barrio VIP”, con reglas y fiestas únicas. Si buscáis el lugar más fotogénico de Francia, ¡este podría llevarse el premio!

3. Estrasburgo: la única ciudad que ha sido capital de dos países… ¡varias veces!

¿Os imagináis vivir en una ciudad que cambia de país como quien cambia de camiseta? Estrasburgo ha sido francesa y alemana en varias ocasiones a lo largo de la historia. Y no hablamos de pequeñas modificaciones en el mapa: fue alemana tras la guerra franco-prusiana, volvió a Francia después de la Primera Guerra Mundial, de nuevo alemana en la Segunda Guerra Mundial y finalmente francesa tras 1945. ¡Un auténtico vaivén de banderas, idiomas y culturas! Este desafío identitario ha hecho de Estrasburgo un crisol único en Europa, donde las tradiciones alsacianas, francesas y germanas se mezclan como en ningún otro sitio.

4. El mercado navideño más antiguo (y premiado) de Francia

Si creéis que los mercadillos navideños son todos iguales, esperad a ver el de Estrasburgo. Fundado en 1570, ¡es el más antiguo de Francia y uno de los más antiguos del mundo! Cada año, el “Christkindelsmärik” convierte la ciudad en un escenario de cuento con más de 300 casetas de madera, luces y decoraciones que han ganado premios internacionales. ¿La mejor parte? Ha sido varias veces votado como el más bonito de Europa. Familias enteras viajan solo para probar el vino caliente y los famosos “bredele”, galletas típicas de la región. Si alguna vez soñasteis con vivir la Navidad como en las películas, este es el lugar.

5. Los puentes cubiertos y la presa Vauban: ingeniería medieval que aún funciona

¡Atención, amantes de la historia! Los “Ponts Couverts” y la presa Vauban son auténticas joyas de la ingeniería medieval. Los primeros, construidos en el siglo XIII, contaban con tejados de madera para proteger a la ciudad de ataques enemigos. Hoy, sus torres defensivas siguen en pie y dan al barrio de Petite France un aire de fortaleza imbatible. Pero eso no es todo: a pocos metros está la presa Vauban, una estructura del siglo XVII capaz de inundar partes de la ciudad para defenderse de invasores. ¿Lo mejor? Aún se pueden ver los sistemas originales y, desde lo alto, se tiene una de las mejores vistas panorámicas de Estrasburgo. ¿Quién necesita castillos cuando tienes esto?

6. El epicentro de la Europa moderna: sede de 4 instituciones internacionales

Puede que lo hayáis oído, pero seguro que no sabíais la magnitud: Estrasburgo es la única ciudad del mundo que alberga cuatro instituciones internacionales clave fuera de una capital nacional. Aquí están el Parlamento Europeo, el Consejo de Europa, el Tribunal Europeo de Derechos Humanos y la Farmacopea Europea. Por eso se la llama la “Capital de Europa”. ¿Sabéis qué significa esto? Miles de diplomáticos, políticos y expertos de todo el continente se reúnen aquí para tomar decisiones que afectan a millones de personas. Un dato de película: en algunas semanas, ¡hay más idiomas en las calles que en la mismísima ONU!

7. La epidemia de baile más extraña de la historia

¿Listos para flipar? En 1518, Estrasburgo fue escenario de uno de los episodios más surrealistas del pasado: la “epidemia de baile”. Sí, lo leéis bien. Cientos de personas comenzaron a bailar sin parar durante días, e incluso semanas, hasta caer exhaustos. Nadie sabe a ciencia cierta qué lo provocó: ¿histeria colectiva, intoxicación por hongos, estrés medieval? El caso es que la ciudad tuvo que contratar músicos para intentar “calmar” a los bailarines. Si esto no es digno de una película, ¿qué lo es? Hoy, este fenómeno sigue siendo un misterio que fascina a historiadores y científicos.

8. La cuna de la imprenta moderna: Gutenberg y Estrasburgo

¡Ojo a este dato! Aunque muchos relacionan la invención de la imprenta solo con Maguncia, Johannes Gutenberg desarrolló parte de su revolucionaria tecnología… ¡en Estrasburgo! Aquí, entre 1434 y 1444, perfeccionó sus experimentos con tipos móviles, cambiando para siempre la historia del conocimiento. Sin Estrasburgo, probablemente los libros no hubieran llegado tan pronto a tantas personas. En la ciudad, hay monumentos y hasta un museo dedicados a este invento que nos permite, entre otras cosas, leer y compartir datos como estos con el mundo entero.

9. Un reloj astronómico que predijo eclipses y asombra desde el Renacimiento

Dentro de la catedral hay otra joya: el reloj astronómico, una obra maestra renacentista con mecanismos que aún funcionan y que, desde hace siglos, predicen eclipses, fases lunares, movimientos planetarios y hasta las fechas de Pascua. Pero eso no es todo: cada día, a las 12:30, los autómatas cobran vida en un espectáculo mecánico que deja boquiabierto a quien lo presencia. Hay quien dice que este reloj fue tan avanzado que algunos lo consideraron “mágico” en su tiempo. ¿Tecnología del futuro en pleno siglo XVI? ¡Estrasburgo lo tuvo primero!

10. La ciudad con más puentes de Francia después de París

¿Amantes de los paseos junto al agua? Estrasburgo es la ciudad con más puentes de Francia, solo superada por París, ¡pero ojo que aquí muchos son del siglo XIII o XIV y tienen historias para escribir novelas! Hay más de 200 puentes sobre el río Ill y los canales de la ciudad. Algunos, como el Pont Saint-Martin o el Pont du Corbeau, han visto pasar desde comerciantes medievales hasta revolucionarios y soldados de dos guerras mundiales. ¿El paseo ideal? Cruzar de isla en isla en pleno centro histórico, perdiéndoos entre leyendas y vistas de postal.

¿Qué os ha parecido este viaje por los datos sobre Estrasburgo que te dejarán boquiabierto? ¡Sabíamos que la ciudad era especial, pero después de esto, seguro que estáis deseando perderos por sus calles y descubrir aún más! Así que ya sabéis, la próxima vez que alguien os hable de Estrasburgo, soltad uno de estos datos y dejadlos a todos con la boca abierta. Y recordad: esto es solo la punta del iceberg… ¡La ciudad guarda todavía mil secretos esperando a que los descubráis!

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